Ingredientes:
- 400 g de lomo de bacalao
- 190 ml de aceite de oliva extra virgen
- 150 ml de leche de leche caliente
- Uno o dos diente de ajo fileteados
- Una pizca de nuez moscada
- Una pizca de azúcar
- Sal al gusto
- Rebanadas de pan tostadas
- Perejil picado para decorar
Elaboración:
- Ponemos el bacalao en remojo en un cuenco entre 24 y 48 horas. Hacemos cambios de agua cada ocho horas. El tiempo en remojo dependerá del grosor de los lomos (cuanto más grosor tenga más tiempo de remojo va a necesitar).
- Escurrimos el bacalao y lo secamos con papel de cocina.
- Ponemos el aceite y el ajo en una sartén, y calentamos sin que se llegue a quemar el ajo. Retiramos con ayuda de una espumadera (nos servirán para decorar).
- Añadimos el bacalao al aceite y lo dejamos unos dos o tres minutos con el fuego al mínimo. Tapamos y esperamos a que el bacalao se haga al calor de la sartén.
- Lo retiramos de la sartén con unas pinzas, quitamos la piel y las espinas, si las tiene, y lo majamos un poco en un mortero.
- Ponemos el bacalao en una cazuela con una cucharada del aceite de haberlo hecho.
- Calentamos la cazuela con el fuego al mínimo y mezclamos el bacalao y el aceite con la mano del mortero o con una cuchara de madera, también se pueden usar unas varillas.
- Cuando el bacalao haya absorbido el aceite le añadimos una cucharada de leche, mezclamos y, cuando se haya absorbido, añadimos otra cucharada de aceite.
- Continuamos añadiendo cucharadas de leche y de aceite de forma alterna, poco a poco, hasta que alcancemos la densidad que buscamos. La brandada no debe hervir por lo que recomendamos retirar y poner la cazuela del fuego varias veces mientras vamos incorporando las cucharadas de aceite y leche calientes.
- Por último condimentamos con el azúcar, la nuez moscada, el chorrito de zumo de limón al gusto y, si fuera necesario, con sal.
- Ponemos la brandada en un cuenco y, si queremos, doramos la superficie con ayuda de un soplete.
- Decoramos con perejil picado y ajos fritos, y servimos con las tostadas de pan.