Ingredientes:
3 grandes patatas blancas (alrededor de 600 g, 1 ¼ libras)
2 cucharadas de aceite de oliva
350 g de espinacas (alrededor de un colador lleno, sin tallos si las hojas son grandes)
2 huevos
1 taza de ricotta (queso fresco)
1 1/2 tazas de hierbas picadas: perejil primavera, cebollino, eneldo
100 g queso feta, desmenuzado
ralladura de limón
sal, pimienta
Procedimiento:
Pelar las patatas. Rebanar 2 en forma transversal en rodajas de 3-4 mm (1/8 de pulgada) de espesor.
Precaliente el horno a 185 grados.
Cortar la tercera patata a lo largo, también de 3-4 mm de espesor. Unte un poco de aceite de oliva en una sartén poner a fuego alto. Freír por ambos lados las patatas hasta que estén doradas y tiernas al pincharlas con un cuchillo. Unte de mantequilla un molde desmontable, será luego más sencillo sacarlo. Cubra el fondo del molde con las rodajas de patata redondas, superposicione cuando sea necesario para cubrir el fondo completamente. Coloque las rebanadas largas alrededor de los lados.
Añadir las espinacas a la misma sartén con el agua que suelten sus hojas (o añadir un poco de agua si esta seco). Cocinar hasta que se ablanden y esten tiernas, unos 4 minutos. Transferir la espinaca a un colador y presione el exceso de agua. En un tazón mediano, bata los huevos y la ricotta. Añadir las hierbas, queso feta y la ralladura de limón. Sazone con sal y pimienta.
Vierta la mezcla de ricotta y poner en el horno. Hornee hasta que esté firme y dorada en lugares, unos 40 minutos. Servir caliente o a temperatura ambiente.